martes, 10 de abril de 2012

CALÓ, PERSA Y SANSCRITO



Es sorprendente la similitud de la lengua que hablan los gitanos con el persa y el sánscrito, con los que el habla de los calés está claramente relacionada. El test ácido para comprobar la relación (y cualquier relación entre idiomas, en términos generales) es comparar los vocablos utilizados para referirse a los numerales: uno, dos, tres…


En romaní, el uno es “jek”, mientras que en persa es “ek”.  El dos es “dui” en romaní, y en persa “du”. El cuatro es “shtar” en romaní y en sánscrito es “tschatvar”. El cinco gitano sería “pansch”, mientras que en persa es “pansch” y en sánscrito “pantscha”. El siete es “hefta” en romaní, y en persa es “heft”. El diez, en fin, es “dosch” en romaní, “dascha” en sánscrito. Naturalmente, las similitudes no se limitan a los numerales.

En caló llaman “gachó” a un hombre en general (más bien payo), mientras que en sánscrito, la palabra para hombre es “gadjo”. Un gitano se refiere a una anciana con el vocablo “puri”, mientras que en sánscrito sería “purana”. A sí mismo se ve como “kaló” moreno, que es lo mismo que kalo, negro en sánscrito.

A los señoritos payos les llamará “aray” que es palabra relacionada con “ario”, noble en sánscrito… Para trabajar dirá “currar”, que viene del sánscrito “krnoti”, hacer, fabricar. Para referirse a sí mismo dirá “el menda”, que es exactamente el pronombre personal de primera persona sánscrito, en dativo (“menda”=”para mí”, “a mí”).

Si tiene miedo, dirá que tiene “canguelo” que es palabra relacionada con la idea de olor, por razones obvias, y cuyo origen es “gandhi”, el oloroso, el perfumado, en sánscrito. Si tiene frío dirá “isia”, que no es muy distinto del “isa” que se usaría en sánscrito para referirse a la idea de refresco o escalofrío.

Si quiere calentarse irá a buscar “kas”, leña, la misma leña que es “kastha” en sánscrito. Si quiere hacer un llamamiento o invitación a sus parientes, hará un akaripen, que es vocablo relacionado con el sustantivo sánscrito akarana, convocatoria.Si come un racimo de uvas, se referirá a ellas como “drakias”, lo que casi coincide con el término sánscrito “draksa”, 

Y si decide levantar el campamento lo hará marchándose por el ”dron”, el camino, idéntico al sánscrito “dron” (y al griego dromos, obviamente).

Cualquier niño gitano, pues, habla lenguas clásicas cada día, en cierto modo. Es verdad que la estructura originaria de su lengua se ha ido quedando por esos polvorientos “drons”, pero el léxico caló aun guarda un vago recuerdo de los tiempos en los que por alguna razón aquellas gentes salieron de la India para vagar por el mundo siglo tras siglo. En permanente éxodo. La última vez con ocasión de la caída del telón de acero, es decir, anteayer. La libertad de media Europa fue, paradójicamente, una tragedia colectiva para estos nómadas que ahora despiertan las iras de Sarkozy y Berlusconi, empeñados en levantar por la fuerza los centenares de asentamientos de los gitanos venidos del Este.

Qué buen momento para recordar que en Europa, apenas hace un siglo y medio, aún existía la trata de esclavos gitanos y que apenas hace 70 años, morían gitanos por cientos de miles en los lager de Hitler, quien irónicamente soñaba con un origen indio de su raza superior. Los gitanos no necesitaban soñarlo, porque lo tenían. Hitler acabó con más de un millón de gitanos para ser exactos. Pero antes que él los gobiernos prusianos ya habían enfilado a los “molestos zíngaros”. Cambian para ellos los regímenes pero la persecución subsiste.

Yo no se como se dirá Shoah en sánscrito. Tal vez exista un vocablo específico. Sí se bien cómo se dice penalidades tormentos en caló: dukas, que es prácticamente la misma palabra, con el mismo significado, que el sánscrito duhka.

No hay comentarios:

Publicar un comentario